A10 “Pensamos que cuando un
enamorado engrandece al ser amado es porque no reconoce sus defectos, y decimos
que el amor es ciego. Pero quizá sea precisamente al revés. El amor permite que
una persona vea la verdadera naturaleza angélica de otra, su halo, su aureola
de divinidad.”
Thomas Moore
“El cuidado del Alma”,
1992, p.129
El amor es la energía más pura que existe, la que nos hace ver las cosas en su auténtica naturaleza, lejos de los límites de este mundo material. Conectamos con esa energía cuando somos nosotros mismos, nos citamos con nuestra alma y obramos en consecuencia. Conectamos con el universo a través de nuestro interior, de nuestra aureola de divinidad, que todos llevamos dentro. Solemos pedir las cosas al creador como si fuera algo ajeno a nosotros, pero formamos parte de él, en realidad nos lo pedimos a nosotros mismos, o por lo menos a esa parte de nosotros que encarna nuestra auténtica naturaleza angélica, a esa parte que llamamos Alma. ¡Qué distinto sería el mundo si todos nos viéramos con nuestra Alma para así conectar con el Alma de los otros y ver más allá de la forma!.
