122. El alma que hay detrás de la forma


A08 ”Cuando damos amor nuestra sensibilidad es distinta, es una sensibilidad que nos permite ver a todas las personas no en cuanto a su forma sino en cuanto al alma que hay detrás de la forma.”
Wayne Dyer
“Tus zonas mágicas”,1992, p.50

Como veis algo está cambiando en el blog. Siempre se relaciona con un cambio personal. La verdad es que las vacaciones se están pasando rápido, pero este año me están viniendo especialmente bien. Necesitaba pararme y ver mi trabajo y todo lo que le rodea con otro punto de vista. Necesitaba pararme y ver lo positivo, la oportunidad que se presenta ante nosotros. Este año me he permitido "veranear", ese verbo que antes significaba "no hacer nada porque hace mucho calor" y esto, curiosamente, me ha permitido ver todo de otra manera. Estoy cansado de noticias negativas, ya sabemos que los bancos nunca pierden y que los políticos se agarran a la poltrona como a un clavo ardiendo. Allá ellos. Tengo cosas más importantes que hacer que prestarles atención. Su perdición es que el pueblo les ignore sencillamente porque pierden su poder. Por eso he decidido mirar en mi interior y con lo que allí encuentro ver que puedo hacer. Y puedo hacer mucho, lo que siempre he querido hacer y quizá no me atreví.
El blog es una manera de darme, de ahondar en lo que soy y no en lo que tengo. Pensamos demasiado en el dinero y hay que pensar en ser fiel a uno mismo porque lo demás vendrá solo, incluida la prosperidad. No quiere decir que sea fácil. Nuestras citas con Alma a veces son agotadoras, hay momentos de duda, pero eso es vivir en plenitud, con sus éxitos y sus fracasos, aunque estos sean siempre relativos. Y ¿por qué una mujer mariposa?. ¿No se dice que tienes mariposas en el estómago cuando estás enamorado o cuando algo te apasiona y te importa mucho? Esa sensibilidad que menciona la frase yo la he vivido más con las mujeres y por eso Alma tiene forma de mujer. Y tiene alas de mariposa porque al elevarnos con ellas cambiamos el punto de vista y vemos las cosas de otra manera, con otra sensibilidad, con eso que llamamos amor... No en vano en algunas culturas la mariposa es el símbolo del alma. El blog cambia de look porque cambia la sensibilidad del que lo escribe, y no al revés. ¿Nos reencontramos con Alma?


121. Dónde hay un gran amor...


D07 ”Donde hay un gran amor siempre hay milagros. Los milagros no se apoyan tanto en los rostros, las voces o los poderes curativos, que nos llegan de lejos como en el refinamiento de nuestra percepción, que hace que por un momento, nuestros ojos puedan ver y nuestros oídos oír lo que está siempre ahí a nuestro alrededor.”
Willa Cather
“Tus zonas mágicas”,1992, p.34

Vivimos ciertamente tiempos convulsos. Llevamos ya algún tiempo en el que las noticias no dejan de ser malas, y lo que es aún peor no nos merecen confianza. Los políticos, a los que se supone que hemos elegido, están a años luz del pueblo al que dicen servir y solo parecen estar dispuestos a mantener sus privilegios y a salvar su corrupto pellejo. Pero ha llegado un momento en el que no podemos permanecer impasibles ante el bombardeo diario. Uno se da cuenta de que al final no sirve de nada mirar hacia fuera, dónde todo aparece caótico y todo empieza a ser tenso. Incluso notas cierto miedo de qué puede pasar, aunque al mismo tiempo te dices "es absurdo que tenga miedo", pero lo tienes . Temes que pueda haber una guerra o una sucesión de disturbios y de violencia. Y piensas, "eso es lo que quieren". ¿Quién lo quiere? ¿Puede haber alguien en el mundo que se beneficie de una situación así? El pasado nos dice que en las guerras todos pierden, incluso los que en un primer momento creen haber obtenido la victoria.
Ante esto, cobra mayor importancia buscar en nuestro interior, encontrar el equilibrio y la energía que nos permitan seguir adelante y hacer cosas. El cambio del mundo empieza por nuestro propio cambio, por hacernos mejores por superar esos miedos que parecen amenazarnos. Y el amor es la ausencia de miedos. Y ahora que parece que hace falta un milagro, quizá sea ese el camino. Buscar ese amor, esa energía dentro de nosotros mismos, y ponernos manos a la obra. Solo el trabajo en nuestra propia parcela, unido al de muchos otros en sus parcelitas, podrá obrar el cambio que todos deseamos. Si estamos bien con nosotros mismos eso es lo que daremos hacia fuera.