137. Que se revelen a sí mismas

"Solo debes tener relaciones sentimentales con personas que se revelen totalmente a sí mismas, que te digan cómo y por qué están haciendo lo que hacen. Si uno sabe quienes son realmente sus amigos del sexo opuesto, escapará de la proyección de sus propias fantasías sobre la relación y ello le liberará para conectar de nuevo con el universo."
James Redfield 
 "Las nueve revelaciones", 312

Ayer sentí que se marchitaba una parte de mi. Ya se, no es culpa tuya, ni tampoco mía. Ni siquiera importan los motivos, ni si hay otra persona. Es esa sensación de no entender por qué se acaba, simplemente se acaba...
Ayer sentí que se iba el Amor, no solo el tuyo sino también el de todas las personas que amé y alguna vez me amaron. Pero no has sido solo tu, también he sido yo... Hace tiempo me cansé de ir detrás de ti, dolía mucho comprender que tu no llamarías si yo no te llamaba. Y ahora me siento mal, porque quizá creí que el que yo te quisiera te obligaba a quererme a mí... 
Ayer sentí que tu te ibas, y mi ultimo recuerdo es el ruido del motor de tu coche al arrancar, el sonido de la liberación por no tener que estar en un lugar en el que ya no querías estar y en el que ya no te encontraba...
Ayer sentí el recuerdo de un beso que ni siquiera te supe dar, de un adiós que no quería decir, de una certeza que no quería ver...
Ayer sentí, por primera vez, que apenas tengo fotos tuyas, pues antes no las necesitaba al tener las que quería en mi cabeza...
Ayer sentí el dolor, el nudo en el pecho, esos dardos certeros como que no quieres discutir conmigo o que ya no eres tu misma cuando estamos juntos..
Ayer sentí todo el amor que compartimos, los momentos tan felices contigo hasta hace muy poco, aquella playa de Levante, tantos proyectos juntos, las ilusiones que se nos fueron escapando...
Ayer sentí que sean cuales sean tus motivos, no puedo odiarte, ni reprocharte nada, porque a pesar de mis dudas nuestro amor siempre ha estado y estará ahí, estemos juntos o no...
Ayer sentí que se marchitaba una parte de mi, al tiempo que otra otra renació como el fénix. Y... ¿No es eso el amor?
Ayer sentí... que estaba vivo y sin embargo, moría un poco a la vez. Empecé a morir el día que nací, ayer sentí... que seguiré adelante.