Libro: "Crecer en felicidad" de Carlos Goñi



Este año los Reyes Magos, con la inestimable ayuda de Ana, mi hija, me han traído un libro. La verdad es que casi todos los años cae alguno por tan señalada fecha. Pero este ha sido especial (como la rosa), un libro con significado, acompañado de señales, a pesar de ser de un autor desconocido para mí. Esta fue una de las primeras "señales" en realidad ya que, en un principio, me sonaba su nombre. "San Google" me sacó del error pues lo estaba confundiendo con el cantante de "Revólver". Me ha resultado curioso que apenas aparece información sobre el escritor en internet, a pesar de tener publicados más de veinte libros. Igual que el Carlos Goñi cantante se parapetaba tras el seudónimo de "Revólver", este parece hacerlo detrás de su libros, con poca presencia en la red de redes, lo que pone en entredicho aquello de que todo está en internet. ¿Todo, todo? Antes decíamos que todo estaba en los libros...

Este libro que me llega con una emotiva dedicatoria de Ana incluida, es a su vez, un diálogo del Carlos Goñi padre con su propia hija, de edad similar a la mía. Otra coincidencia es que ambos padres somos de la misma quinta (la del "Buitre"). Con dicho diálogo como telón de fondo va analizando la experiencia de la felicidad a lo largo de las distintas etapas de la vida: juventud, madurez y vejez. De ahí el título de "Crecer en felicidad" en el doble sentido de ser felices mientras vamos creciendo, biológicamente hablando, y de cómo podemos hacer crecer la felicidad a lo largo de nuestra vida. Tiene mucho que ver, por supuesto, con el sentido de la vida, con el "para qué" estamos aquí, que no en vano fue lo que en su momento motivó la recopilación de citas que dieron origen a este blog.

Más señales: ¿Es casualidad que me regale este libro mi hija? ¿Coincidencia? ¡No lo creo! Al final todo sucede para algo. He de confesar que ha habido momentos durante la lectura del libro en los que ha rondado por mi cabeza esta pregunta: ¿Es que Ana no me ve feliz? Pero me he dado cuenta de que el que no se ve feliz soy yo. Que he perdido aquella alegría, que tiene que ver con lo que eres en esencia, no con lo que haces o con lo que crees que tienes. Y últimamente me dejaba llevar por la creencia de que tengo muchos años para tal o cual cosa. Y nunca es demasiado tarde...

"Muchas veces confundimos la alegría con pasarlo bien o estar a gusto, cuando de lo que se trata es de ser alegres" (p. 79)
Me ha resultado un libro estimulante, que te remueve y te hace pensar, que no es poco en estos malos tiempos para la lírica. Es verdad que me chirría un poco el tema de las etapas y de los cuadrantes en que los divide, pero hay un montón de mensajes útiles y de referencias que me han llegado, quizá por aquello de que el autor y yo compartimos año de nacimiento. Podría destacar las referencias constantes a "El Principito" y su rosa, que es especial porque él se ha fijado en ella. El primer logotipo de mi web, antes de ser un pájaro, era una rosa, porque desde que leí "El Principito" está muy relacionada con el amor, con aquellas personas que son especiales porque nosotros las hemos elegido, como a la rosa. De hecho, el color rosado que adorna el logo y las entradas de este blog, es el perfume que ha quedado de aquella rosa.

Otras referencias que me han cautivado son las que hace en varias ocasiones a lo largo del libro sobre "El señor de los anillos" de Tolkien, libro que tengo muy asociado a la Navidad, y que casualmente "mi rosa" lo está leyendo en estos momentos. Esa historia del anillo único que no deja de ser un viaje iniciático que habla de la búsqueda de la felicidad y que tiene constantes referencias a las distintas etapas de la vida y a la superación de las dificultades en cada una de ellas. Sauron es una presencia constante que en realidad no aparece físicamente en el libro. ¿No será esa sombra que todos tenemos y que en ocasiones nos impide crecer en felicidad? ¿No será lo que algunos llamamos "ego"?


Otra referencia interesante es la que hace a "El viejo y el mar" de Ernest Hemingway, libro este que no recuerdo haber leído. Me he que dado con muchas ganas de subsanar este error. El viejo es un pescador que ya no pesca nada aunque lo sigue intentando con la ayuda de un muchacho, hasta que por fin es capaz de pescar "el gran pez", demostrándose a sí mismo que puede. Otro paralelismo con mi situación actual, pues sigo buscando mi pez... 


Hay muchas más referencias como las que hace a varios personajes de la mitología o al cuento de Caperucita, por ejemplo. Pero esas voy a dejar que las descubras en tu propia lectura. Es uno de esos libros que te deja un regusto agradable, un deseo de volver atrás y releer ciertos pasajes, o entero de nuevo, ¿por qué no?. Una prueba (si es que hacía falta) de que la Filosofía es necesaria en nuestra vida, ya que, queramos o no, forma parte de nosotros e impregna todo lo que pensamos y hacemos. 


Tengo la sensación de que este libro ha aparecido en mi vida para recordarme la importancia que la alegría ha tenido para mí y como me he apartado un poco de ella. Quizá también sea el mensaje que mi hija quiere hacerme llegar, porque ella también llegó a mi vida para algo, y en especial hace casi dos años. Me ha hecho sintonizar de nuevo conmigo mismo, valorar más lo que tengo, en especial a las personas que me apoyan y sentirme agradecido por ello. Nunca es tarde... Ahora te toca a ti. ¿Que más se le puede pedir a un libro?  Por cierto, también habla de petunias, como la de la portada. 


1 comentario:

Carmen dijo...

Me alegra saber que la filosofía no pasa desapercibida en vuestra vida, y que hayas reflexionado sobre esa verdad: la clave es ser alegre. Es la actitud de cada día lo que hace nuestra vida. Un beso a tí y a tu rosa.