Las 4 necesidades prioritarias en adicciones



La idea de este proyecto surge de las necesidades detectadas en mi trabajo de más de veintitrés años en el campo de las adicciones. Mi experiencia se ha desarrollado sobre todo en el ámbito territorial de la Comunidad de Madrid aunque también he podido conocer la situación en otros puntos de España. El impactante vídeo que abre esta entrada nos muestra un proceso típico en el mundo de las adicciones, como comienzan, como se detecta el problema y cómo se decide pedir ayuda, dando en la diana de las principales claves en el proceso de la adicción. Por ejemplo, casi siempre es el entorno de la persona el que da el primer paso pero sin la conciencia de problema por parte del afectado no es posible salir de la adicción.
Estas cuatro necesidades son:
1.- Las entidades y los centros de atención a las adicciones han reducido su número, en los que quedan hay menos profesionales para más población atendida y las partidas presupuestarias no hacen sino reducirse. Los que habéis seguido tratamientos tanto en centros publicos como privados sentís esta atención como deficitaria. El espacio entre citas con los profesionales a veces es superior a un mes y se centra sobre todo en un modelo clínico puro, asistencialista y con poco margen para la autonomía personal de los usuarios del servicio. El enfoque biopsicosocial es cada vez menos "social" y menos "psico", y apenas se toca la parte afectiva y emocional. Los centros privados son caros y priman también, en general, el modelo médico-psiquiátrico sobre todo lo demás. Sin embargo el consumo de drogas como la cocaína y el cannabis sigue en aumento, internet ha sido un acicate para la ludopatía y la adicción a las nuevas tecnologías no hacen sino aumentar, en la población más joven.
Muchos usuarios de estos servicios demandáis otro tipo de atención que os reconozca como personas capaces por vosotros mismos de superar la adicción, que además es la única forma posible: fomentando vuestra propia autonomía personal en contraposición a cualquier tipo de dependencia. ¡Depende de ti!.
2.- En línea con la necesidad anterior sabes que marcarse unas metas o unos objetivos concretos y vivirlos como propios ha demostrado ser de gran utilidad en estos casos, pues la clave está en despertar tu propia consciencia y tu responsabilidad para aumentar la autoestima y afrontar la situación de forma autónoma. Esto no quiere decir que una medicación adecuada en el momento adecuado no sea útil, sino que esta no garantiza, por sí sola, la remisión del trastorno adictivo. Por mi trabajo en recursos residenciales para drogodependientes de distintos niveles de tratamiento he podido comprobar que una gran mayoría de vosotros busca esa meta, ese lugar al que dirigirse, una brújula que os guie a través del campo minado de la adicción. Esto es la base para iniciar el "cambio" y confeccionar tu propio "plan de acción". Y esto es de lo que trata el coaching. Y como vimos en la primera entrada de este blog necesitas trabajar niveles más profundos, como tu identidad o el sentido de tu vida.
Mis primeros contactos con esta disciplina fueron allá por el año 2009. Todo empezó en una conversación con mi hermana, profesora de filosofía. Le siguió la lectura del libro "Coaching para docentes" de Juan Fernando Bou, que luego le regalé a ella, a los que se unieron las lecturas de otros libros de Sergio Fernández y Raimón Samsó. Todo ello me cuadró con los objetivos personales de tratamiento que trabajábamos y lo que llamábamos itinerarios personalizados de reinserción en ese momento eran el plan de acción que se iba revisando y modificando en sintonía con el propio interesado. Por ello me cuadró totalmente aplicar las herramientas y el espíritu del coaching al proceso de tratamiento, primero a las drogodependencias y luego a las adicciones en general, que suelen ir asociadas además.
Así el coaching es útil desde adicciones con sustancia (alcohol, tabaco, cafeína, heroína, cocaína, éxtasis, cannabis, etc) adicciones al juego (ludopatía), al móvil (nomofobia), tecnoadicciones (TV, radio, videojuegos, internet...), al sexo (hipersexualidad o sexo compulsivo), a la comida (atracones compulsivos, bulimia y anorexia), y al azúcar o a la Coca Cola, a las creencias u otros pensamientos (religión, sectas, ciertas obsesiones..) entre otras. En todas ellas he podido comprobar que acotar la adicción, marcar unos objetivos y llevarlos a la acción resulta ser el camino más corto y más seguro de regreso a la vida, y más si utilizas herramientas propias de la inteligencia emocional, la PNL (Programación Neuro-Lingüística) o la hipnosis.
3.- Muchos familiares y allegados me habéis transmitido el gran vacío que existe en la atención y en el asesoramiento a las personas que conviven o tienen cerca a una persona que padece alguna adicción. Os sentís perdidos, con sentimientos encontrados, no sabéis qué hacer para ayudarles... El coaching puede hacer mucho para favorecer que seáis también facilitadores para vuestro ser querido en el camino que le lleva fuera de la adicción, acompañándole durante el mismo. Un ejemplo claro es cuando eres lo que se llama "persona de referencia" en su tratamiento.
En este apartado destacaría dos casos muy llamativos y que me he encontrado con una mayor frecuencia en mi práctica profesional y en mi vida personal: Las personas que convivís con alcohólicos, por la doble moral que existe con el alcohol en nuestra sociedad, y por otro, los padres o tutores que tienen a su cargo jóvenes en edad adolescente y comienzan con conductas de riesgo, en su afán de probar cosas nuevas, que les acerquen al mundo adulto o simplemente les hagan creerse más integrados en su grupo de iguales. En ambos casos cuesta aceptar la dificultad de nuestro familiar y nos sentimos perdidos ante ello, con sentimientos a veces enfrentados.
4.- Este vacío en atención y apoyo con los familiares lo he observado también en muchos profesionales de la intervención en adicciones, aunque ello parezca sorprendente. En especial es llamativo el caso de los que convivís muchas horas con los adictos como ocurre por ejemplo en los distintos recursos residenciales. En este sentido me he encontrado muchos Educadores Sociales, Trabajadores Sociales o Técnicos de Integración Social que me transmitíais cierto "miedo" de los drogodependientes a los que queriais ayudar, o no sentiros en vuestro elemento con ellos. Esto también lo he podido observar en algunos profesionales de los centros de atención como enfermeras, médicos y, lo que es más sorprendente para mí, psicólogos.
Para mí encontrar tu "sitio" en el proceso de ayuda, conectar con uno mismo y la presencia con la persona atendida son fundamentales. Un aspecto, que parece de perogrullo, pero muchas veces pasa a un segundo plano, es que el adicto es ante todo una persona y que debe ser tratada como tal. Algunos profesionales tienden a etiquetarlos y a estigmatizarlos por mantener una "distancia" con respecto a ellos. Y en la atención en adicciones casi siempre toca caminar junto a la persona y mancharse de barro para acompañarla y sostenerla en su propio proceso para superar la adicción. Desde este punto de vista el coaching puede ayudar mucho, tanto a los profesionales de manera individual para cumplir los objetivos marcados con sus pacientes o clientes, como a los equipos de recursos residenciales o equipos multidisciplinares de centros de tratamiento tanto públicos como privados. En esta linea también se pueden hacer procesos de coaching ejecutivo u organizacional con las distintas entidades que participan en la intervención en adicciones, por poner un ejemplo, en la elaboración de planes estratégicos.
En una próxima entrada veremos qué características son las ideales para que alguien acompañe a las personas en el camino de salida de la adicción.

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